IRONÍA

Su cita era a las diez de la mañana. Hacía tres años que estaba sin trabajo y le faltaban dos meses para que terminase la prestación por desempleo. Su experiencia se basaba en corredor de seguros durante los primeros años, posteriormente de taxista y, principalmente, transportista en los últimos veinte años además de infinidad de cursos del Inem y entrevistas que se quedaban en nada. Como en esta ocasión. De nuevo, sus cincuenta y cuatro años eran una losa pesada. Desanimado y desmotivado salió del edificio y vio en frente la apertura de un nuevo spa con descuentos especiales para mayores de cincuenta años. El eslogan era : Estás en una segunda juventud. Aprovéchala.