lunes, 3 de agosto de 2015

EL DISFRAZ


Le habían planificado el destino, pero no contaban con que ella se saldría del camino. Mañana no iría a esa cita concertada en la que su padre la ofrecía en matrimonio con un hombre cincuenta años mayor que ella. Había leído muchas historias donde la supervivencia de la mujer se basaba en disfrazarse de hombre. Sí. Sería un hombre y tendría muchas ventajas como su padre y su hermano que tenían derecho a todo. Se iría por la noche, cuando todos durmiesen. Caminaría hasta llegar a la capital. Allí buscaría a Aisha, la "pantera de Oriente", la bailarina más aclamada del país. Tendría un nombre propio y contonearía las caderas al ritmo de la libertad.

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