LA FUNCIÓN
Se abre el telón y comienza la función. Nunca había visto una obra de teatro hasta que empezó a trabajar como azafata. Al principio su mayor motivación era conocer al elenco y, si los actores eran conocidos, sacarse una foto con ellos. Luego, durante la representación se dejaba envolver por el valor de la pausa y la autenticidad del gesto. Las diferentes modalidades de tono la seducían tanto como la humanidad, la pasión y la verdad del diálogo. Lástima que el telón cayese siempre tan pronto. Se daba cuenta que se había pasado la vida durmiendo y temía despertar.
Curiosa visión de un gremio que siempre está cerca de grandes nombres... algunos incluso grandes hombres... y mujeres (por aquello de la igualdad).
ResponderEliminarArmando Magec
Sí pero también llega a gente normal y corriente que quizá no tienen acceso al teatro o lo tienen por otras causas como aquí el trabajo de la oficina.
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