sábado, 2 de mayo de 2015

PEPE


Mi nombre es Pepe. El de antes era Pipo. Mi vida ha cambiado mucho desde que me perdí. Ya no llevo ni la cuenta del tiempo que ha pasado. Hoy ha sido un día complicado: la policía nos echó de donde dormíamos, no hemos parado de deambular de aquí para allá y apenas hemos conseguido alimento.Bueno, para mí sí. Una señora compró en el supermercado unas latas de carne, pero no podía comer y que ¿mi amo? no tuviese comida. Todos se apiadan de mí porque soy un perro, pero nadie repara en él. Es cierto que no tengo la vida cómoda de antes y que ya no estoy limpio. Sé que parezco un viejo,  pero también sé que él me quiere y me cuida. Ayer me curó la herida que tengo en la pata derecha, y cuando estoy muy cansado me coge en brazos. Hoy me ha tocado a mí. Está llorando sin parar en un rincón. Me acerco a él y apoyo mi cabeza en su hombro hasta que se da cuenta y me abraza. No sé por qué está en esta situación. A lo mejor también se ha perdido como yo. Quizá no ha encontrado su sitio en este mundo. Me da igual. Le quiero. Le quiero incondicionalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario