viernes, 8 de mayo de 2015

EL COLUMPIO

Siempre que podía iba al parque más cercano a columpiarse. La primera vez que su padre la subió a un columpio le dijo que él le daría el primer empujón, pero luego tenía que ser ella la que continuase. Ahora lo hacía ella sola. Con cada impulso sentía la fuerza interior que necesitaba para sobrellevar el día a día.

Cuando era niña miraba hacia atrás para buscar a su padre. Ahora miraba al cielo, le sonreía y le agradecía que le hubiese dado el primer empujón.

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