martes, 21 de abril de 2015

PACUCO EL PAJARERO


   Juan Reina o también Pacuco el Pajarero había sido todo un personaje en su pueblo : simpático, juerguista y cercano. Ya eran seis los años que llevaba en la residencia a la que sus hermanos no tuvieron más remedio que llevar porque Pacuco ya tenía una edad avanzada y se resistía a dejar de ser un adolescente que pasaba días y días sin aparecer por casa. Aunque todavía se mantenía cuerdo, tiraba más del pasado que del presente. Sus dos temas predilectos eran su madre (a quien todavía creía viva) y sus andanzas en Angola. En su nuevo hogar, tenía la costumbre de observar el faro después de cada cena. Ahí podía estar horas y horas hasta que le diese el sueño. Cuando uno de los trabajadores del centro le preguntó con curiosidad por qué miraba durante horas el faro, él contestó que siempre había admirado los faros por su fuerza a pesar de las embestidas del mar y por la magia que desprendían, dos cualidades que necesitaba ahora para continuar en la segunda planta de esa residencia donde él único que estaba mentalmente bien era él.

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