viernes, 24 de abril de 2015

LA LLUVIA


Llovía con fuerza. Desde siempre le encantaba la lluvia y el espectáculo no decepcionó porque llovía a cántaros. Cuando era pequeña la lluvia era algo habitual en su pueblo. La familia se reunía a tomar chocolate caliente, saborear las dulces galletas de la abuela y a esperar la llegada de los lobos que bajaban de la montaña. Ahora veía desde la ventana las  lágrimas que caían del cielo junto a su madre y su hija. Ahora había asfalto cuando miraba tras la ventana,pero sabía que la lluvia podía llevarse todo menos la nostalgia y el recuerdo.

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