lunes, 20 de abril de 2015

EL CUADERNO


    A pesar del día tan agotador se sentía con energías y quiso abrir algunas cajas antes de irse a dormir. De la primera sacó varias cosas que empezó a colocar en las estanterías. La segunda era la caja de los libros. Cuando la abrió hubo algo que le llamó la atención. Intuía que no era un libro, pero quería estar segura y retiró los tres primeros libros que había encima. En efecto no era un libro. Era un cuaderno, su cuaderno que tanto había buscado por aquí y por allá. Su cuaderno azul de delfines dedicado a él. Su madre siempre decía que lo que no aparecía en la primera mudanza se encontraría en la segunda. Su cuaderno escrito como tabla de salvación para mitigar el dolor que causó ese dichoso accidente. Cada día le escribía algo para que él lo leyese cuando estuviese recuperado, pero ese día no llegó. Y ahora se preguntaba por el destino de esas palabras. ¿Llegarían a quien tenían que llegar o se quedarían atrapadas en ese cuaderno?. Lo abrió por una página al azar. Él la felicitaba por su cumpleaños. Sin saberlo ninguno de los dos, serían sus últimas palabras. Lloró, lloró de felicidad. Muy pocos podían decir que sus seres queridos se habían despedido de una manera tan maravillosa.

2 comentarios:

  1. Dios mio Amiga,.....cuanto me hacen pensar esas palabras. Con esto me dijiste todo y mas de lo que podía imaginar. Sé y deseo que estas palabras las siga recibiendo. Abrazos!

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  2. Las palabras siempre van a algún sitio. Gracias mi Mariam. Abrazotes.

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